¡Bravas, bravas mujeres!
Hacer este tipo de acciones públicas permiten ponerle nombre y cara a los agresores, deslegitimar y quitarles el poder a estos tipos, y desmitificar que la violación sexua siempre viene de afuera y de “otros” (locos, drogadictos, negros…)
De esta manera también reivindicamos nuestra verdad, evidenciamos que sí pasa, e irracionalizamos las versiones “oficiales” heteropatriarcales según las que somos las “conflictivas”, las que “desmovilizamos” los movimientos sociales. Saca a luz pública dónde está el nudo del problema. ¡Mil gracias por eso mujeres!
Como decimos por acá en Guatemala: ¡la vergüenza es de ellos, no de nosotras!
Y por eso son tan importantes este tipo de acciones que hacen cargar a los agresores con la vergüenza social, y nos libera a nosotras de la culpa que siempre sentimos en estas ocasiones.
Mucho amor para todas las que estamos poniendo y exponiendo el cuerpo para crear espacios de libertad! Pónganme en todas las cartas que necesiten.
Amandine*